30/6/2015
Condenan a 13 años a un hombre por abuso sexual
En el Centro Judicial de Santa Rosa, la Cámara en lo Criminal 1 condenó a un hombre (69 años) a (13) trece años de prisión por ser autor material y penalmente responsable del delito de abuso sexual con acceso carnal reiterado, agravado por la calidad de ascendiente del autor (artículo 119 primer y tercer párrafos e inciso b) del cuarto párrafo del Código Penal), ya que la víctima fue una niña de (11 años) familiar del acusado. Los hechos ocurrieron entre marzo y abril de 2003.

El Fiscal Jorge Marcelo Amado había solicitado para el acusado una condena a (13) trece años. La causa se abrió a partir de la denuncia realizada por la madre de la niña, quien luego de varios años pudo contarle lo que había pasado. El Fiscal dio por probado que los hechos ocurrieron entre marzo y abril de 2003, cuando la madre de la víctima fue internada en un hospital debido a un estado depresivo. Por esa razón sus dos hijas eran trasladas a la casa de sus abuelos
El Defensor oficial Alejandro Osio, sostuvo que la inocencia del imputado. Sostuvo que el acceso carnal no fue probado y que en caso de ser declarado autor, se le imponga la pena mínima de (3) tres años de prisión en suspenso teniendo en cuenta que pasaron más de doce años de los hechos, más de cinco y medio desde el inicio de la investigación y que está próximo a cumplir 70 años y no tiene antecedentes penales ni contravencionales.
La resolución fue tomada por el Tribunal integrado por los Jueces Elvira Rossetti, Miguel Angel Gavazza y Miguel Angel Vagge.
Los Jueces señalaron que “este tipo de delito demuestra los instintos más perversos de las personas que lo cometen, pues se perpetran en la clandestinidad, con facilidad de hacerlo por parte de los actores que ejercen presión sobre las víctimas indefensas, por lo general por la diferencia contextual, aprovechando los momentos de soledad”.
Asimismo, agregaron que "los dolores y las angustias que provocan en las víctimas los abusadores, deben ser reparado porque también debe ser la única exigencia que alberga quien sufre estas consecuencias tan marcadas. Qué otra alternativa que no sea la reparación puede quedar en el ánimo de quien durante mucho tiempo, vive en condiciones de agotamiento, de desesperanza, de pérdida de las ilusiones (...)
Indudablemente que todas estas descripciones y el pensamiento de ellas por parte de los abusadores, lejos deben estar de su conformación humana, que por distintas circunstancias no funciona en el ámbito de la normalidad y de la socialización. Muy por el contrario, tiene la facilidad de lastimar profundamente y dejar huellas imborrables en quienes lo sufren".
Prensa MPF