30/9/2014

El Fiscal en su alegato solicitó que Victor Manuel Purreta, sea condenado a 18 años de prisión

En el Centro Judicial de Santa Rosa este martes, el Fiscal de juicio el Dr. Jorge Marcelo Amado, abrió la ronda de alegatos en el Juicio Oral y Público a Víctor Manuel Purreta por el homicidio de Andrea Noemí López, vista por última vez a la una de la madrugada, aproximadamente, del día 10 de febrero del año 2.004. Aún no se encontró el cuerpo.
El Fiscal en su alegato, pidió que Víctor Manuel Purreta sea condenado a 18 años de prisión por "homicidio simple con dolo eventual". Además, pidió que esa pena sea unificada con la condena del 29 de agosto de 2012, y requirió una condena de 25 años de prisión.

“Andrea López falleció a manos del imputado Purreta y luego éste la hizo desaparecer para ocultar el hecho”, expresó el Dr. Jorge Marcelo Amado. “La atacó mediante golpes con un rebenque, patadas y trompadas, lo que provocó el desvanecimiento y posterior muerte de Andrea”, dijo. Es un caso paradigmático de violencia de género. “Los testigos refirieron a la violencia que la sometía el imputado”, sostuvo. “La llegó a atar (antes del asesinato) a un guardabarros de su auto y arrastrarla varios metros”. El Fiscal se apoyó en el testimonio, principalmente, del hijo de la pareja, en la Cámara Gesell. También en las declaraciones de la madre de la víctima, Julia Ferreyra, y de otra joven, María Luz de Caro, quienes dijeron que el niño les contó que su padre le había pegado a su mamá, “C. dijo que vio cómo la golpeaba a trompadas, con un rebenque y a patadas,” “la puso debajo de la ducha para revivirla”, sostuvo.
El Fiscal se respaldó en la opinión de psicólogos y psiquiatras que indicaron, en las audiencias, que el relato del niño es coherente en el núcleo, veraz y que no ha sido contaminado por elementos extraños. El representante del Ministerio Público Fiscal dijo que es sugestivo que, luego de desaparecer la mujer, Victor Manuel Purreta no se hubiera comunicado con la familia de Andrea López, ni hubiera realizado una denuncia en una comisaría. “Acá no hubo una acción planificada de Víctor Purreta. Sí estoy convencido de que existió un dolo eventual”, manifestó. “Esto es una crónica de un final anunciado... Esto iba a suceder en algún momento porque Víctor Purreta se había representado que podía matarla, pero se desentendió, no le interesó… Justamente sabía que la podía matar porque era boxeador, más pesado y usaba elementos contundentes, como un rebenque”. En tanto, el abogado querellante el Dr. Omar Gebruers pidió perpetua por el delito de homicidio con alevosía.
Victor Manuel Purreta y Andrea Noemí López tenían un hijo en común, C.
Además, según dijeron sus familiares, estaba embarazada de dos meses.
Purreta era por entonces boxeador golpeaba y obligaba a prostituirse a Andrea. Es clave el testimonio del hijo de la pareja, C., hoy de 17 años. C. dijo en noviembre de 2011 que vio cómo su padre golpeó a su madre, a trompadas, patadas y con un rebenque, y cómo la ahorcó. Posteriormente, según su testimonio, la metió abajo de la ducha del baño. "Mi papá quiso despertarla, pero no se despertó", contó en su momento. Luego, vio a su madre muerta. Dijo que tenía sangre y estaba morada. El abogado querellante el Dr. Omar Gebruers se respaldó, fuertemente, en los dichos del hijo de Andrea Noemí López y de Victor Manuel Purreta. “Sus dichos son veraces, según los cuatro profesionales intervinientes”, dijo. El homicidio fue con “alevosía” porque la víctima estaba indefensa e, incluso luego de verla desvanecida, no pidió ayuda médica. “Purreta y Andrea López vivían a cuatro cuadras del Hospital Lucio Molas y podría haber llevado a Andrea para ver si podían
evitar su muerte. Pero no lo hizo. Como tampoco lo había hecho en otras oportunidades, cuando la había golpeado y generado graves lesiones”, sostuvo. Dijo que también tuvo “alevosía” porque produjo un “socavamiento de la voluntad y de su capacidad física” a lo largo de los 10 años de convivencia. El Dr. Omar Gebruers arriesgó un motivo del asesinato: dijo que Andrea Noemí López“se había puesto firme” para dejar la prostitución. “Andrea era un objeto desde el punto de vista del psicópata. Y este psicópata decidió destruir el objeto que le había sido útil durante 10 años de su vida”, sostuvo. “Purreta llevó adelante una serie de acciones, todas tendientes a lograr su propia impunidad”, dijo el letrado. Seguidamente mencionó que dos testigos claves murieron. “Juan Carlos Morán (socio de Purreta en un prostíbulo en Pehuajó) apareció ahorcado con una cinta adhesiva en su boca, en un mensaje mafioso. Y Mario Pintos en un accidente dudoso”. El Dr. Gebruers dijo que el crimen se produjo entre la 1 y la 5 del día 10. “Tuvo el objetivo o el dolo directo de ocasionarle la muerte, incluso usando un rebenque, con el cual la habría levantado del cuello para ejercer la suficiente presión en la tráquea para matarla. Luego, en una reacción natural, la pone debajo de la ducha. Posteriormente dejó el cadáver en la cama de su hijo. Hizo dormir al chico, único testigo de esta agresión. Seguramente llamó a su hija durante la madrugada, salió en su camioneta para ocultar momentáneamente el cuerpo del único testigo, que era su hijo. Cuando despertó C., como él lo dijo, su madre ya no estaba, su hermana no estaba y Víctor Purreta estaba cambiadito y bañadito”. Posteriormente, siempre según la reconstrucción de Gebruers, el ex boxeador fue con su hijo a la casa de Pintos a pedirle una pala. Pero mientras estaba realizando el pozo, en las afuera de la ciudad, se le quebró el cabo de la pala. Un día después, organizó un viaje a la ciudad de Pehuajó para trasladar el cuerpo y hacerlo desaparecer. Fue con tres chicas y C. Las mujeres contaron que en la caja iban bultos. Ya en la localidad bonaerense, Víctor Purreta salió solo en su camioneta. Cuando regresó, las mujeres contaron que lavó la camioneta. “Consideramos acreditado que ocultó allí, o en la zona, el cadáver”, dijo el letrado. Finalmente, regresó a Santa Rosa. “Trató de hacer vida normal, tratando que la noticia de la desaparición se conociera lo más alejado posible del hecho para dificultar la investigación”. Para el Dr. Omar Gebruers, el acusado Víctor Purreta trató de aislar a Andrea López, procurando alejarla de sus familiares. Incluso podría ubicar a la negativa de Andrea López a seguir en la prostitución como el detonante de la agresión: Andrea López les había dicho a algunas amigas que iba a dejar de ejercer la prostitución, y anotó a su pequeño hijo de cuatro años en un jardín de infantes de Santa Rosa.
El abogado defensor particular Dr. Gastón Gómez pidió que absuelvan a Víctor Manuel Purreta. Además, insistió en pedir la nulidad del testimonio de C. Dijo que se violó el principio de defensa en juicio. Es que, argumentó, no hubo un defensor de Víctor Purreta controlando el procedimiento de la Cámara. En 2011 -cuando se realizó la cámara al niño- Víctor Purreta no estaba imputado de haber matado a su pareja. Recién lo fue a partir del testimonio en la Cámara Gesell del niño C.
El Dr. Gómez dijo que, a su criterio, la mujer podría no haber muerto. "No hay ningún elemento probatorio que indique que Andrea López esté muerta". El acusado Víctor Manuel Purreta, al finalizar los alegatos, tomó brevemente la palabra. "Siento bronca por tantas mentiras", dijo. Incluso, se permitió preguntar qué pasará una vez que eventualmente lo condenen. "¿Van a seguir buscando a Andrea?".
El Tribunal de la Cámara del Crimen Nº 1integrado por los Jueces la Dra. Alejandra Ongaro, la Dra. Elvira Rosetti de González y el Dr. Miguel Angel Gavazza fijo la lectura de la sentencia para el martes 7 de octubre, a las 18 horas.

Prensa MPF


Volver arriba