En ese mismo fallo el juez de Control de esta ciudad, Héctor Alberto Freigedo, impuso también diferentes reglas de conductas, las cuales consisten en que deberá fijar residencia y someterse al cuidado del Ente de Políticas Socializadoras y la Unidad de Abordaje, Supervisión y Orientación para personas en conflicto con la ley penal. A su vez, deberá abstenerse de relacionarse con la víctima de forma que resulte un acto de perturbación o intimidación. Todo, por el término de dos años. 

Con posterioridad a que la sentencia condenatoria quede firme, a través de la Oficina Judicial, se tendrá que cumplir con la realización del correspondiente cómputo de pena. Además, deberá remitirse copias certificadas de las piezas procesales pertinentes al Juzgado de Ejecución de la capital pampeana.

El magistrado adoptó esa decisión judicial a partir del acuerdo de juicio abreviado presentado por la fiscal sustituta interviniente María Soledad Forte, el defensor oficial sustituto Federico Manuel Ibazetta y el imputado.  Asimismo, de la audiencia oportunamente realizada, surgió la conformidad del joven implicado y de su representante legal, reconociendo el primero la existencia del hecho por el que se lo enjuicia, como su autoría. También aceptó la pena requerida e informada por el ministerio público fiscal.

Hecho. 

El 26 de mayo pasadas las 4, en momentos que la mujer se encontraba con su pareja en el domicilio que ambos compartían en la localidad de 25 de Mayo, se generó una discusión que inmediatamente después derivó en un maltrato verbal, con insultos hacia su persona, y una agresión física que le produjo lesiones de carácter leves. Todo sucedió en presencia de la hija que poseen en común.